miércoles, 5 de enero de 2011

Técnicas básicas de gorroneo

Gorrón/a (De gorra).

1. adj. (usado también como sustantivo) Que tiene por hábito comer, vivir, regalarse o divertirse a costa ajena.

2. m. Gusano de seda que deja el capullo a medio hacer a causa de una enfermedad y como consecuencia se arruga y queda pequeño.

Dejando a un lado la segunda de las acepciones, que aunque triste y conmovedora ahora mismo no nos interesa, permitidme que os introduzca en el excelso y primitivo arte de la gorronería.

Si has decidido convertirte en un gorrón, enhorabuena, te garantizo que a partir de este momento tu vida será mucho mejor. Bien es sabido que no son pocos los memos que vilipendian este arte y llegan a utilizar la palabra “gorrón” con tintes peyorativos, cuando para nosotros es un título honorífico. Estos individuos, de escaso seso, se convertirán sin embargo en fáciles víctimas del gorrón, o como nos gusta decir a nosotros: surtidores.

Después de esta presentación pomposa llena de palabros que ni yo entiendo vayamos al meollo, las cinco técnicas básicas de gorroneo (nivel 1):

1- Salvar al idiota: técnica también conocida como “que te den la mano y coger el brazo”. Se llama salvar al idiota porque siempre, siempre hay un idiota que dice alguna frase como “coge los que quieras”, “¿qué quieres tomar?”, “pasa, estás en tu casa”…Inconscientes ¡insensatos! Alguien tiene que salvarles, no se puede ir así por la vida u otros se aprovecharán de ti, debemos enseñarles la lección y si nos dicen “coge los que quieras” debemos, como buenos amigos, coger todos “¿qué quieres tomar?” lo más caro “estás en tu casa” pues te quedas a vivir. Tú no haces nada incorrecto, porque él te lo había ofrecido, y a la vez le estás dando una lección al idiota o surtidor de turno.


2- La Boa Constrictor: esta técnica es en realidad una variante de la anterior, si alguien te ofrece un alimento que está sujetando, ya sea un bocadillo, una rosquilla, un helado, etc.. y no te da la oportunidad de coger un buen cacho con tus manos, debes desencajar tu mandíbula para abarcar el mayor pedazo posible. No te sientas mal si mira con ojos de carnero degollado al diminuto trozo que queda para él, recuerda que lo haces por su bien.

3- El Ataque: el pilar del gorrón “¿Te vas a comer eso?”, “¿No te importa si te pillo un poco?”, “¿Tienes un caramelo?”, ”¿Te sobra alguna cerveza?”, “¿Vas a usar el coche esta semana?”,”¿Vas a tirarte a tu novia este finde?”. Esta técnica también puede ser eventualmente utilizada por no gorrones, por eso hay que marcar la diferencia. Ejemplo: Pedir comida con los ojos brillantes y babeando, nos convierte en pedigüeños, pero hacerlo después de haber manoseado la comida y cuando está a punto de entrar en nuestra boca, nos convierte en auténticos gorrones.

4- El Escote: pagar a escote, algo muy castizo, es una gran ocasión para gorronear. Dejando al margen las leyes no escritas, de las que hablaremos más adelante.

Ejemplo: si tus compañeros se piden un solo plato y un vaso de agua tú debes pedir: Una cerveza, un entrante (para compartir, pero debes estar seguro de que es algo que sólo te gusta a ti), otra cerveza, una ensalada, un buen vinito, entrecot de buey o en su defecto langosta, otro vinito, postre, café y copa. Por lo menos.

5- El Ataque Directo versión evolucionada de “El ataque”, sin mediar palabra (eso sería involucionar), coger patatas del plato de tu vecino, o un trozo de filete. Quedarte dormido en su sofá (o en su cama, para los más entrenados), abrir su nevera y servirnos nosotros mismos, comernos su cena y para dejar claro quienes somos quejarnos de lo mal que cocinan (eso siempre es positivo).

6- El estilo Sueco o lo que básicamente viene a ser Hacerse el Sueco. Esta técnica se basa en la premisa de que las reglas no escritas no están escritas, luego no tienen ninguna validez legal y a ti, al no estar escritas, se te pueden haber olvidado.

Ejemplo: Hay una pizza de siete pedazos y sois dos personas, ¿cuántos cogerías? ¿tres y medio? ¿cuatro? ¡MAL! La respuesta correcta “todos los que puedas comer antes del otro” Hay una regla no escrita que habla del reparto equitativo… pero NO está escrita, así que el número de trozos de pizza dependerá de la rapidez de tu rival. Ah! Recuerda siempre tener un trozo de pizza en tu plato, además del que te estés comiendo. Ejemplo: Paco paga una ronda, Luis paga la siguiente, Pedro paga la tercera y cuando te miran diciendo “¿Pagas tú la siguiente?” elegantemente te retiras alegando que ya no tienes más sed.



Una vez dados los pasos más esenciales debemos dejar claro que los gorrones somos gente de bien, no surtidores, los gorrones cogemos pero no damos, en resumen LOS GORRONES NO SOMOS COMUNISTAS.

Normalmente un surtidor, al darse cuenta de que está siendo gorroneado usará la pueril técnica del espejo, que es repetir torpemente la técnica que nosotros hemos usado con maestría, demostrando lo infantil y llorón que es. ¿Qué debemos hacer entonces?

- Protegernos: Nunca ofrecer nada.

- Si nos sobra algo de comida del plato llenarla de mostaza, sal, chocolate, cerveza y hacer un mejunje que lo haga incomestible. Si es necesario podemos recurrir a los mocos.

- Lo nuestro sólo lo tocamos nosotros, para defenderlo contamos con dos técnicas: el absurdo y la negación sistemática.

Absurdo: Hace 3 años que no saco el coche del garaje pero no se lo presto a nadie porque “no puedo someter a esa presión a mi pequeño, si se lo lleva un desconocido se estresará y se romperá”.

Negación sistemática: “¿Tienes un piti?” “No tengo” “te estás fumando uno” “era el último” “pero si te acabo de ver abrir una cajetilla nueva” “no quedan más” “tronco no seas tan agarrado” “no soy agarrado” “sí que lo eres, no me das un miserable piti” “no me quedan pitis” “si que quedan, la cajetilla tiene que estar entera” “no está entera porque está vacía” “enséñamela” “no la tengo” “si la tienes la tenias hace un momento” “no nunca la he tenido” “pero si hace un momento me has dicho que la tenias vacía” “no he dicho eso” etc..

- Si nos sentimos excepcionalmente generosos, debemos usar una sintaxis que no de lugar a segundas interpretaciones “¿quieres esta patata frita que sostengo en mi mano y que tiene un borde un poco verdoso?” “¿quieres quedarte a dormir en la alfombra de mi salón, en la zona donde se me cayó el cubata hace tres años, entre las 4 de la mañana y las 8 de la mañana de este mismo día, es decir un periodo no prorrogable de cuatro horas donde no deberás abandonar el recinto de la alfombra ni utilizar ninguno de los consumibles o servicios de mi hogar?”

- Si salimos perdiendo al pagar a escote negarnos totalmente a hacerlo y mirar a los demás como si fueran unos sádicos genocidas hasta que se cansen. Bajo ninguna circunstancia debemos poner ni un céntimo de más, así que si nos corresponde cambio lanzarnos por la bandejilla con las vueltas como si nos fuera la vida en ello.

- Para evitar el ataque directo nunca nunca debemos comer en público ni invitar a alguien a nuestra casa sin hacerle sentir dolorosamente incómodo. Si ocurre una fatalidad y somos víctimas del ataque debemos exclamar con voz desesperada “tú, puto gorrón, devuélveme ahora mismo eso maldito rumias, a mi eso me lo pagas asqueroso ¿no te dan de comer en tu casa o qué? Pero si tú nunca invitas a nada ¿me vas a venir a robar, parásito?” Verás como nunca más vuelve a hacerlo, a no ser que se trate de un verdadero gorrón y levante la palma de la mano para que choquéis en señal de camaradería. En ese caso no vuelvas a verle nunca más, no te conviene.

- Nunca jamás lleves suelto.

Claro que cualquiera puede usar estas técnicas y creerse un gorrón, pero sólo las personas que han recorrido el Camino del Gorrón pueden llegar a ser auténticos parásitos.

¿Cómo puedo saber si ya soy un auténtico gorrón?

Aquí tenéis un pequeño test:

- ¿Has evitado invitar a nadie en el último año?

- ¿No has pagado ninguna ronda en los últimos seis meses?

- ¿Sales, cenas y bebes y no te gastas un solo céntimo?

- ¿Has acudido a todas las bodas, fiestas, ferias y celebraciones a las que has podido sin ser invitado?

- ¿Evitas siempre ser tú el que va a pillar la bebida?

- ¿Has olvidado el número secreto de tu tarjeta de crédito?

- ¿Tu estómago ha aumentado su capacidad?

- ¿Has alegado alguna vez que eres una princesa y que tu padre el sultán te prohíbe llevar dinero?

- ¿Aguantas más cantidad de alcohol que antes?

- ¿Rozas el coma etílico cada vez que hay barra libre?

- ¿Has dejado de sentir respeto hacia los demás?

- ¿Estás en una lista negra y no te permiten entrar en el Ifema?

- ¿Te has planteado entrar en la cárcel porque la estancia es gratuita?

- ¿Te has inventado alguna desgracia, con lágrimas incluidas, para que te inviten a una copa?

- ¿Te has plateado cambiarte de sexo por la sencilla razón de que ahora es gratis?

- ¿Has dejado de sentir empatía hacia el dolor ajeno?

- ¿Tus amigos comen a tu alrededor como si estuvieran en prisión (es decir, con el brazo alrededor del plato)?

Si has contestado sí, a al menos ocho de estas preguntas… enhorabuena ¡ya eres uno de los nuestros! Gorrón de mierda :-)

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